sábado, 19 de mayo de 2018

Decimoséptima Hipótesis: CÓMO ELEGIR UN BUEN MÉTODO PARA ADELGAZAR.

(Éste es el noveno capítulo de mi cuarto libro)

Cuando hace algunas semanas lo releí, decidí que una de las últimas hipótesis debería ser ésta. Es un resumen muy conveniente de todo lo que ha leído hasta ahora

Para adelgazar, como para todo en la vida,
hagamos las cosas bien, o no hagamos nada.

Más atrás le he comentado que el adelgazamiento, incluida la perpetuación de ese estado, ha de ser el producto de un cambio de hábitos alimentarios, jamás el de un razonamiento terapéutico.
Es muy probable que en este momento, o en un tiempo más, esté usted comiendo bajo ciertas reglas impuestas, seguramente por algún profesional o por un libro de moda que ha adquirido para tal fin (Dios quiera que sea por lo que ha leído en este blog).
Hay, o habrá, un cambio en sus costumbres, pero ¿cómo saber si ese cambio es o será el correcto?
Los médicos, ante cada enfermedad actuamos en forma más o menos estereotipadas. En todo el planeta se trata a la insuficiencia cardíaca o a la hipertensión; a la gastritis o a la artritis reumatoide, por decir algunas, con los mismos medicamentos e iguales consejos higiénico-dietéticos. Los congresos y publicaciones tienen como meta final el perfeccionamiento o las modificaciones de esos estereotipos.
Esto trata de explicar mejor lo que más atrás le decía: la causa de que no haya un tratamiento uniforme y universal para la gordura, es que NO ES UNA ENFERMEDAD (¿Ve que tengo razón?).
Creo que ahora es el momento de algo imprescindible: poner a su consideración lo que para mí es el DECÁLOGO de un método correcto para adelgazar, para que juzgue si lo que le están haciendo hacer (o va a hacer) es lo acertado…
O para contribuir a la confusión general (al fin y al cabo uno no es menos).

Por eso déjeme presentarle mí

DECÁLOGO DE UN CORRECTO MÉTODO PARA ADELGAZAR

1º “HA DE SER UNIVERSAL”

Este es un ítem muy importante (aunque verá que ninguno de los otros nueve tiene desperdicio).
Debe servir para todos, sin importar que quien decida someterse a él sea joven o añoso, sano o enfermo de cualquier enfermedad (excluyendo a la insuficiencia renal). Deportista o de hábitos sedentarios, y si es mujer que esté o no embarazada, o amamantando.
Vamos: NO DEBE TENER NINGUNA CONTRAINDICACIÓN. Los que tienen contraindicaciones son los medicamentos (o la comida, cuando se la usa como la dosis de un medicamento), y como la gordura NO ES UNA ENFERMEDAD, no se le puede ofrecer al gordo algo que tenga visos de medicación (contraindicaciones, digo).

2º “SERÁ VARIADÍSIMO EN LA CALIDAD DE LOS ALIMENTOS Y EN SU MODO DE PREPARACIÓN, Y CASI SIN LÍMITES EN LAS CANTIDADES PERMITIDAS”

En realidad, un método adelgazante que se base exclusivamente en la alimentación, y que tenga como ambiciosa meta “ser el último”, no debe prohibir definitivamente nada que sea comestible o bebible, y las cantidades serán lo suficientemente abundantes, y sin frecuencia reglamentada de ingestas, como para que todos puedan saciar su hambre (o su apetito) en el momento que sea. Porque si uno no limita las cantidades pero establece horarios, también está “prescribiendo”, y los médicos prescribimos para tratar enfermedades y LA GORDURA NO ES UNA ENFERMEDAD. (Verá como de tanto leer esta sentencia, poco a poco se terminará de convencer).

3º “DEBERÁ RESPETAR LAS COSTUMBRES CULINARIAS DE CADA UNO”

Esto es fundamental. Si uno pretende que sea universal ha de servir a todo el mundo, diría Perogrullo. Eso de “cambiar hábitos” está bien, pero que a nadie se le ocurra cambiar ABSOLUTAMENTE TODAS las costumbres que les han transmitido sus ascendientes. Que un judío pueda comer como comen los judíos, y un romano como los romanos. Tonto el que pretenda que un norteamericano coma como un argentino, …y un argentino como un pajarito.

4º “NADA DE LO QUE PERMITA DEBE SER OBLIGATORIO”

Algo desagradable está bien si es algo transitorio (un jarabe agrio y amargo para calmar la tos, por ejemplo), pero si uno pretende una reeducación alimentaria, no puede obligar a consumir a su congénere lo que quizá sea para él peor que un jarabe agrio y amargo, y encima para siempre. Eso podría ser utilizado, y en la práctica es la excusa perfecta en la mayoría de los casos, para abandonar todo. Y hasta el más tirano de los médicos deberá admitir: —Tiene razón…

5º “ESTARÁ AL ALCANCE DE TODO PRESUPUESTO”

Esto es fundamental, máxime en las épocas que estamos atravesando (Nota del autor: el libro del cual se ha extraído este capítulo para adicionar al actual, fue escrito en 1992, año en que Argentina atravesaba muy graves problemas económicos). Muchas veces me he reído, con perdón por la descortesía, de tratamientos que necesitan de una posición económica elevadísima para poder ser llevados a cabo. Siempre recuerdo La dieta del Champagne, que se explicaba en una revista semanal de hace algunos años, y que se panegirizaba diciendo que era la que hacía una famosa estrella de cine de EEUU. (sinceramente no recuerdo quién). ¡Pobres tontos embaucadores!, o ¡Pobres ilusos embaucadores!, elija usted lo que le parezca mejor.

6º “EL BALANCE DE NUTRIENTES DEBE SER HECHO POR EL MISMO ORGANISMO”

Éste es un punto muy especial.
Estamos dotados los animales, ya lo hemos dicho, de una maravillosa computadora para subsistir. Nuestro perfecto organismo se encarga de incorporar o desechar los alimentos que nos hagan o no nos hagan falta. Inclusive, recuerde, la incorporación de más carbohidratos que los necesarios para la subsistencia cotidiana, se transformarán en grasa de reserva para eventuales épocas de escasez, gracias a un mecanismo fisiológico y normal (del que los gordos reniegan, y se les comprende). Pero los humanos, por una incapacidad fisiológica de la especie, no podemos guardar reservas de las proteínas y grasas que comemos, para futuras posibles épocas de carencias.
Si alguno cree y afirma que comiendo muchas grasas y proteínas, los humanos podemos guardarlas para cuando falten, le ruego me explique el mecanismo íntimo de ese atesoramiento. Agradeceré infinitamente esa colaboración.

7º “DEBE PERMITIR, CON ALGUNA FRECUENCIA, ERRORES Y TRANSGRESIONES”

Nadie está libre del “pecado” de las tentaciones; ni del compromiso social ineludible, en donde todo lo que se ofrece para comer y beber no es lo bueno que debiera.
Un buen método para adelgazar y mantenerse así definitivamente, podrá eliminar el goce, pero jamás el placer que depara la comida. Nadie está gordo porque comió mucho pan dulce en la Navidad del 91. Ni tampoco existe gordo que lo esté porque en sus vacaciones “se comió todo”. Recuérdelo, por favor, ha sido LO COTIDIANO y no LO EVENTUAL lo que lo ha engordado.

8º “PROMOVERÁ UN LENTO ADELGAZAMIENTO”

Siento que esto no le gusta nada, pero qué puede uno hacer.
Un lento adelgazamiento es fundamental para permitir su adaptación a una nueva estructura física, a una nueva forma de su cuerpo, lo que evitará un brusco cambio en su personalidad, una difícil de soportar crisis de identidad que, como ya vimos, es la causa número uno de los abandonos, aunque parezca mentira.

9º “PERMITIRÁ QUE CADA CUERPO LLEGUE, NATURAL Y FISIOLÓGICAMENTE A SUS MEDIDAS ÓPTIMAS”

Esto hará posible dejar de lado a las peligrosas tablas de ”pesos y alturas” y las fórmulas matemáticas que definen al cuerpo perfecto, que deberían ser desterradas por totalmente anticientíficas, y de las que ya hemos hablado suficientemente en la  Quinta Hipótesis. Aunque, me corrijo: nunca es suficiente.

10º “DEBERÁ PREDISPONER A PERPETUAR LOS LOGROS”

Usted ya lo sabe, pero conviene recordarlo cada vez que se pueda, que otro de los motivos principales de los fracasos es el “error de metas” que los gordos tienen: no quieren adelgazar, sino no volver a engordar después de haber adelgazado.
El fin de un buen método nutricional es lograr que el “comer bien” sea un hábito.


Si lo que usted está haciendo concuerda con todos los ítems de este decálogo, ¡adelante!, todo irá bien si tiene paciencia.
Y si sospecha que NO TIENE NECESIDAD, no se preocupe, creársela ha de ser el trabajo del buen médico a quien está consultando o va a consultar. Tenga confianza. Pero huya despavorido, recuerde, de quien quiera despertar su necesidad utilizando EL ORDEN POR EL TERROR.

Si no coincide con todos, pero sí con la mayoría, siempre hay una posibilidad de que todo salga como usted espera.

Si no concuerda con casi ninguno, le sugiero abandonar el intento (aunque usted crea que le está dando grandes resultados), y esperar la ocasión de encontrar un nuevo camino.

Ya vendrán tiempos mejores.

Después del epílogo encontrará una página en la que he anotado, con tipografía más elegante, los diez ítems que acaba de leer. Haga una captura de pantalla, impríma, enmarque y cuélguela en el lugar más visible de su casa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

SI SU PREGUNTA TIENE ELEMENTOS QUE NO QUIERE HACER PÚBLICOS EN EL BLOG, SI NECESITA DE MÁS INTIMIDAD (PERO, POR FAVOR, SOLO Y ÚNICAMENTE EN ESOS CASOS) ESCRÍBAME A cesareo_rodriguez@hotmail.com CON GUSTO ENTABLAREMOS UNA NUEVA AMISTAD.

¡ATENCIÓN!

 Hola, amigos. Les informo que a partir del lunes 12 de octubre de 2020 todo lo que se puede leer en este blog se está reproduciendo en mi ...